Ser en soledad divina

Qué solo esta nuestro DIOS pero lo entiendo.
Qué consciencia tan solitaria pero la entiendo.
Pues bien YO, sin duda alguna, como consciencia
pertenezco a mi espiritualidad.
Entonces incluso esa consciencia divina de DIOS
pertenece a algo más:
pertenece a una espiritualidad divina.
DIOS va solo, vagando por doquier sin ser visto,
sin ser escuchado, sin siquiera poner un dedo,
o su analogía divina,
en algún asunto de nosotros los mortales.
Dios es solo… vagando eternamente,
observando su obra y nada más.
¿Y por qué es así?
Dios no busca que lo encontremos
de manera física o de alguna forma
con la que podamos percibirlo, pues siendo así,
él mismo alteraría el orden natural
que intenta llevar en su creación.
Sería en la rendición ante su propio EGO
por ser notado ante uno inferior
donde formularía su propio CAOS
prefiriendo sabiamente SER en soledad divina,
SER con dominación ante su EGO divino.
¿Y dónde puedo encontrar a DIOS?
A él no lo vas a encontrar,
pues el mejor que nadie sabe
dónde esconderse.
A partir de ahora es mejor que sepas
que DIOS no te va a escuchar,
DIOS no te va a ayudar
ni solucionará tus problemas humanos.
Sin embargo, hay algo…
pues se puede estar en contacto con él
a través de la espiritualidad,
pues a pesar de ser distintas consciencias, YO y DIOS,
compartimos una misma energía que nos es prestada
tanto a dioses como humanos.
Por lo tanto, es posible sentirlo internamente,
no escucharlo, ni verlo,
sólo sentirlo internamente, con el espíritu.
Sentirlo y nada más.
Pues la espiritualidad es la morada
donde nuestro YO y el de DIOS se pueden encontrar:
es el templo donde habita aquel lazo energético
que fluye sigilosamente entre los dos.