El gato
Gato de ojos coralinos,
con brillosos dientes de perlas;
pelaje de aguas negras, un poco grises,
que destilan un trágico veneno,
y el aliento de efímera sal.
Camina sigilosamente entre escarabajos metálicos,
aprisionas a tu víctima con tus dientes afilados,
en las tardes humildes, te observo,
agazapado te encuentro en la obscuridad,
¡cuando los fulgores de tus ojos delatan tu presencia!
Este poema escribi a el gato que me acompaño durante 10 años en mi infancia, su recuerdo vive en mi.